domingo, 29 de diciembre de 2013

Adiós a las rutinas de los niños en Navidad

Con la llegada de las vacaciones navideñas, en ocasiones las rutinas de alimentación y de sueño que tanto nos costaron establecer en su momento se ven alteradas e incluso pueden llegar a desaparecer como por arte de magia. ¿Los motivos? Muy diversos aunque casi siempre relacionados con los cambios: la presencia de otros familiares como abuelos, tíos y primos, el cambio de contexto al irnos de viaje para visitar a la familia, etc. Estos días de Navidad son un poco caóticos porque vamos de visita a otras casas y ello implica que comemos a horas diferentes, dormimos en camas y habitaciones distintas y rodeados de personas que no siempre nos son familiares y cuyos hábitos son distintos a los nuestros.

La consecuencia de todo ello es que nuestros hijos pasan a comportarse de forma diferente a la habitual (os suena lo de "pues esto en mi casa nunca lo ha hecho") y a reaccionar ante nuestras peticiones no siempre como a nosotros nos gustaría.

¿Y qué hacemos si deja de cumplir con sus rutinas de comida y sueño?

Viola & Cats by Flickr
·       Como profesional de la psicología infantil y como madre, yo no le daría demasiada importancia. Pensad que no son demasiados días y al intentar forzar una rutina que no surge de forma natural, el niño puede rebelarse seriamente y generaros tanta ansiedad que se convierta en algo contraproducente para vosotros y los que os rodean, incluidos los propios niños.

·       Tened presente que cuando volváis a vuestro hábitat natural y se rodeen nuevamente de las personas y de las dinámicas habituales, las rutinas volverán a aflorar espontáneamente (con un pequeño empujoncito) y ellos volverán a comportarse como antes del inicio de las vacaciones.


Así pues, no os agobiéis si vuestros hijos comen menos estos días o se van a dormir más tarde de lo habitual. Estas fiestas van acompañadas de todo ello y no debemos darle mayor importancia. Disfrutad de lo bueno que las acompaña y pasároslo muy bien.

Os deseo que tengáis un feliz Fin de Año y que 2014 llegue repleto de cosas extraordinarias para vosotros y vuestras familias. 
¡Sed muy felices!



Maite Cobo
Psicóloga Infantil y Orientadora Educativa
www.maitecobo.es


viernes, 20 de diciembre de 2013

¿Vais a comprar una mascota a vuestro hijo/a esta Navidad? Os presento 5 saludables beneficios

Estamos en un periodo del año en el que se respira la festividad y, con ella, la compra de regalos a nuestros seres queridos, entre ellos a los más pequeños (hijos, sobrinos, etc.). Todos sabemos que a los niños les gustan los animales y a la mayoría de ellos les encantaría poder tener en casa alguno de ellos. Existen mascotas bien diversas aunque para los niños, las que tienen mayor éxito suelen ser hamsters, perros, gatos o peces, por ejemplo. 

¿Y qué cuestiones tendremos que tener claras antes de comprar una mascota?


Antes de plantearnos los adultos regalar algún animal de compañía a un niño, tendremos que valorar una serie de cuestiones: 

  • En primer lugar no será acertado adquirir una mascota sin haber hablado antes con el niño y estar seguro de que va a participar en su cuidado diario. Por ello, no podrá tratarse de una compra impulsiva sino reflexionada previamente entre los miembros de la familia.
  • Habrá de quedar muy claro para todos que una mascota no es un juguete para que el niño se entretenga sino un ser vivo que requerirá de cuidados y de cariño por parte de todos, tanto mayores como pequeños.
  • Y en tercer lugar, deberá tener en cuenta que tendrá que organizarse bien para poder cumplir con su obligaciones, que serán sus deberes escolares, cuidar el animal y tener tiempo libre para jugar y pasárselo bien con sus amigos.

¿Qué beneficios puede aportar una mascota para un niño/a?


Una vez hayan quedado claros los apuntes señalados más arriba, podremos plantearnos la adquisición de un animal de compañía para nuestro hijo o familiar ya que sus beneficios son muy numerosos. Por ejemplo:
Uno: permite al niño expresarle cariño desde el primer momento en el que se lo entregan.
Dos: desarrolla el nivel de responsabilidad, de compromiso y de respeto del menor, al tener que hacerse cargo del animal, aparte de preocuparse por sí mismo.
Tres: en el caso de que se trate de mascotas como perros o gatos, el niño potencia su nivel de inteligencia emocional (dotes como la sensibilidad y la empatía) ya que aprende a reconocer cómo se siente el animal en cada momento (triste, contento, enfadado, etc.).
Cuatro: puede convertirse en un motivo más de conversación y acercamiento con los padres, al intercambiar anécdotas que hayan tenido con la mascota y comentar cómo las han resuelto. Sería, pues, un nuevo aporte para su educación.
Cinco: mejora y potencia la convivencia y la comunicación familiar.

Si después de valorar los pros y las contras que os he señalado seguís pensando que es interesante que vuestro hijo tenga una mascota, os animo a que así lo hagáis y aprovecho para recordaros que antes de comprar un perrito, por ejemplo, valoréis la posibilidad de la adopción. Sería una maravillosa muestra de solidaridad.

Espero que este artículo os haya sido útil, me encantará que me enviéis vuestras opiniones y, de esta manera, seguir aprendiendo un poquito más. Gracias por llegar hasta aquí y nos vemos en el próximo post.

Maite Cobo
Psicóloga Infantil y Orientadora Educativa
www.maitecobo.es 


jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Qué valores podemos enseñar a nuestros hijos con motivo de la Navidad?


La Navidad en un momento del año con una carga religiosa y paradójicamente también asociado a las compras y los regalos. Sin embargo, no deja de ser un buen momento para trabajar con nuestros hijos valores humanos que van más allá de la religiosidad. Algunos de ellos son la solidaridad, la gratitud, el amor hacia los que nos rodean y habilidades como la empatía, es decir, el ser capaz de ponerse en el lugar del otro.

Hoy os presento 6 propuestas que podemos aplicar para estimular los valores humanos en los niños:
  • UNO: pedir a nuestros hijos que pidan a los Reyes Magos (o a Papá Noel) un número limitado de regalos, sería suficiente entre 3 y 4 contando a todos los mayores que les regalan.
  • DOS: hacerles ver que sería propicio que se desprendieran del mismo número de juguetes antiguos que han pedido.
  • TRES: ir juntos a alguna organización donde se recojan juguetes de segunda mano en buen estado y llevar los juguetes y juegos de los que se han desprendido voluntariamente. 
  • CUATRO: no olvidemos que a nadie nos gusta que nos den algo en mal estado o roto. Así pues, sería una excusa perfecta para trabajar con nuestros hijos que las cosas se han de tratar con cariño a fin de que nosotros u otras personas, puedan disfrutarlas el máximo de tiempo posible.
  • CINCO: sentarse con ellos para explicarles el origen de la Navidad y cual es su finalidad. Conocer el origen de nuestras costumbres es muy importante para un niño porque de esta manera sabe porqué hace las cosas, con qué motivo; aquel que entiende algo, puede vivirlo y disfrutarlo con mayor profundidad.
    stewartde by Flickr
  • SEIS: a partir de los 3 años, los niños son capaces de empezar a entender lo que es tener hambre o frío y, con esos ejemplos, podréis sentaros con ellos y hacerles ver la suerte que tienen de no estar padeciendo esa situación. Me refiero a potenciar el valor de la gratitud, es decir, que empiecen a tomar conciencia y dar gracias por la suerte de poder tener un techo bajo el que vivir y que les permite no pasar frío. Esto os ayudará a hacer de vuestros hijos niños conscientes del mundo que les rodea y evitará que se comporten de forma malcriada o caprichosa.


Espero haberos servido de recurso para trabajar con vuestros hijos lo bonito y positivo que tiene la Navidad. Recibid un cordial saludo y deseo de corazón que tengáis unas felices fiestas. 
Nos vemos en el próximo post.


Maite Cobo
Psicóloga Infantil y Orientadora Educativa
www.maitecobo.es