Aunque pueda resultarnos extraño, los celos se observan tanto en niños como en personas mayores y pueden acompañarnos a lo largo de toda nuestra vida si no hacemos nada para superarlos. En el caso de los más pequeños, estamos acostumbrados a observarlos y no nos resultan extraños ya que son conductas normales de los niños, siempre y cuando no observemos que sea algo excesivo.

¿Qué son los celos?


Los celos son sentimientos negativos de envidia hacia lo que otro posee, tanto en cuestiones materiales como en cuestiones afectivas y que, lo que en el fondo esconden es una gran inseguridad en las propias posibilidades. Forman parte de frustraciones naturales que acompañan al proceso de crecimiento de un niño y no nos deben preocupar, a no ser que supongan un nivel de malestar muy elevado para el niño que los sufre y para el ambiente que le rodea.

niña celosa de su hermana
Suelen aparecer porque el pequeño se siente como un príncipe destronado, de ahí el título del artículo. En palabras de M.L. Ferrerós, actúan como máscara para ocultar los temores sobre la propia identidad de un niño muy sensible que se siente inseguro o, en términos de Carl Rogers, es una consecuencia de su necesidad de sentirse seguro, aceptado y querido. Los sentimientos de celos pueden hacerle sentir amenazado, excluido, tener miedo de compartir lo que siente o sentirse inferior a los demás. Por eso le vemos que está sufriendo al expresarlos. No afectará a todos los niños de igual manera, dependerá de cada niño, de cada familia y de cómo cada una de éstas lo gestione.


¿Qué podemos hacer los padres?


1.- Lo primero que hemos de hacer es evitar la actitud de “todo está bien”, negando y ocultando lo que está sucediendo.

2.- Hay también que evitar la búsqueda de culpables. Son emociones contradictorias que confunden tanto al que la sufre como a los que la padecen.

3.- Papás, actuad rápidamente formando un equipo sólido. Ambos después de observar los síntomas del niño, deberéis llegar a un pacto respecto a la forma de tratarlo porque si cada uno de vosotros se comporta de forma distinta, lo que conseguiréis será que el niño se desoriente más y que el problema se agrave.

4.- No comparéis nunca a vuestros hijos, cada uno de ellos es distinto, como cada uno de los dedos de vuestra mano también lo es.

5.-Mostradle cuánto lo queréis. Las muestras de cariño (caricias, abrazos, alabanzas, etc.) actúan de antídoto ante los celos. Un niño que se sienta querido, es probable que sufra un nivel de celos menor.

6.- Escuchadle para que pueda expresar sus emociones y así podáis hablar al respecto. Entonces podréis aprovechar para decirle que la respuesta que acaba de dar antes ha sido exagerada. A continuación, mostradle cómo debería haber respondido de forma adecuada.

7.- Ante conductas celosas (rabietas, desobediencia, etc.) retiradle vuestra atención y no le regañéis, por ejemplo y, en contraposición, cuando tenga una conducta positiva o deseada (darle una caricia a su hermanito, ayudaros a bañarlo, etc.), premiádselo con frases positivas o con muestras de cariño; eso le ayudará a sentirse más querido con él mismo y le ayudará a aceptarse más.

niño celoso
8.- Actuad con tranquilidad ante episodios de celos, sin gritos ni recriminaciones (“siempre te estás portando mal, ¿qué voy a hacer contigo? ¡no tienes arreglo!”). Haced saber al niño que su comportamiento no nos parece bien y dejad de prestarle atención. Posteriormente, cuando esté más tranquilo y, según su edad, podréis intentar razonar lo ocurrido aunque esto no siempre os funcionará.


9.-Mostradle cuál es su lugar ahora y sus actuales privilegios (por ejemplo, irse a dormir más tarde). Ayudadle a reubicarse tras los cambios por la llegada de su hermanito. Enseñadle qué lugar ocupa, cuál es su posición en la actual estructura familiar. Mostradle que, aunque ahora pase a ser el mayor, es y siempre será un miembro muy importante para la familia.

10.- Aumentad el tiempo realizando actividades y juegos toda la familia; este será también un buen método para mejorar la comunicación y estrechar lazos entre vosotros.

11.- También la relación con otros niños de su edad le ayudará a adaptarse a la nueva situación en el hogar. La socialización será una buena herramienta para salir del ambiente que le está generando malestar (la llegada del hermanito).

12.- Si lográis que el clima familiar sea estable y equilibrado emocionalmente, los celos del niño podrán ser superados. No obstante, si el problema persiste y sentís que se os escapa de las manos, acudid a un especialista. Las pautas que éste os proporcione os podrán ser de gran utilidad para salvar la situación de malestar en la que os encontráis.

¡Cuántas propuestas os he hecho esta vez! ¿verdad? Deseo de corazón que os sean útiles y espero vuestros comentarios al respecto. ¡Nos vemos en el próximo post!!


Maite Cobo
Psicóloga Infantojuvenil y Orientadora Educativa