martes, 4 de marzo de 2014

Cómo combatir enfrentamientos con hijos tras un divorcio

martinak15 by Flickr

Hace unos días, un amigo me planteó el actual problema que estaba teniendo con sus hijos, de 12 y 8 años, respectivamente, quienes vivían con su madre desde que se produjo la separación del matrimonio. Los niños exigían a mi amigo por mensaje de voz y de texto que no fuera a recogerlos al colegio fuera de los días que le tocaba según establecía el convenio regulador. Las palabras de los menores, además, estaban cargadas de nerviosismo y de angustia. ¿Por qué? Se preguntaba su padre, ¿les estará sucediendo algo que no me están contando? Es más sencillo que todo eso, le dije yo, y le presenté algunas de las respuestas que presento a continuación.

Después de una separación, los hijos han de pasar por un proceso de adaptación que no resulta nada sencillo para ellos. En ocasiones, el progenitor no custodio, es decir, aquel que pasa menos tiempo con los niños porque así lo ha establecido el juez, puede encontrarse con problemas y enfrentamientos con su expareja y con los propios hijos por cuestiones que, a primera vista, pueden parecer irrelevantes y poco importantes. 


¿Dónde podemos encontrarnos con problemas?

Los conflictos pueden aparecer en cuestiones de la vida cotidiana como ir a recogerlos a la salida del colegio, llevárselos al progenitor custodio después de haber pasado la tarde juntos o no haber pagado la mitad de la mensualidad de las actividades extraescolares de los hijos. En ocasiones sucederá que uno de los progenitores hable mal del otro delante de los niños y que ellos hagan suyo el discurso agresivo del progenitor que ha provocado el agravio pertinente.


¿Cómo los podemos solucionar de forma constructiva?

johnnyvintage by Flickr

A los niños les genera cierto malestar que los mayores decidan por ellos las cosas si, además, dichas decisiones van cambiando sin una coherencia que ellos puedan llegar a entender. Así pues, el hecho de que sus padres sigan una serie de hábitos y rutinas, será muy positivo para la calidad de vida de los pequeños, independientemente de la edad que tengan éstos.

UNO. Para empezar, si queremos evitar discusiones estériles con nuestra expareja, será imprescindible que ambas partes sigan siempre lo que marque el convenio regulador. Por lo tanto, éste habrá de ser lo más concreto y detallado posible ya que su precisión hará que en un futuro se eviten numerosos conflictos relacionados con los menores.

DOS. Será también imprescindible que, si alguna de las partes va a salirse de lo que está marcado, tal modificación sea de muy puntual y extraordinaria. ¿Y por qué? Pues porque los cambios forman parte de lo desconocido para los niños y ese aspecto tan sólo les genera malestar e inquietud a los pequeños. 

TRES. Además, lo que se decida de manera puntual tendrán que haberlo hablado con anterioridad ambos progenitores sin utilizar a los niños como intermediarios. Tal vez alguien se pregunte: ¿Dónde está el problema por pedir a los hijos que transmitan a su padre/madre lo que yo quiero decir? Pues porque el hecho de ser utilizados como mensajeros les hace sentirse simples megáfonos y pueden llegar a sentir que no se les tiene en cuenta sus sentimientos y emociones en esos momentos. 

CUATRO. Por favor, no tengáis en cuenta insultos o agresiones por parte de vuestros hijos por algo que hayáis hecho en un momento puntual. En ocasiones, su tristeza, malestar y sentimientos de soledad se expresan así porque no han aprendido todavía a responder de forma constructiva y adecuada ante una situación nueva o desconocida. En el caso de los insultos, podrá suceder también que los hayan oído de boca de algún adulto que forme parte de la otra rama familiar y, sin llegar a pensar su significado, los hayan arrojado como respuesta a la ira que puedan estar sintiendo en esos momentos. 

¿Cuál ha sido vuestra experiencia en relación a este tema? ¿Habéis tenido que sufrir alguna situación similar a las expuestas? Espero vuestros comentarios.


¡Nos vemos en el próximo post!



Maite Cobo
Psicóloga Infantojuvenil y Orientadora Educativa
www.maitecobo.es 



2 comentarios:

  1. Hola. Muy bueno tu post y muy razonable. Lo más difícil es ponerlo en práctica de igual modo en ambas partes (por parte de la madre y del padre), sobre todo cuando el proceso está judicializado. En mi caso, "la peque" siempre trae mensajes de la madre, desde cosas importantes como la medicina que debe tomar hasta cosas más insignificantes como los juguetes que le ha comprado la madre y debe "devolver"a la casa materna. Su padre trata por todos los medios de explicarle que esas cosas no debe comertarlas ella, y que si debe tomar una medicina es su mami la que le tiene que informar. Pero no hay forma. Con 8 años me parece que no debe tener el papel de mensajera. Un día la pobre me dijo tras darme un "mensaje" de su madre "parezco un whapssapp". A mí me dió tanta penita que no supe ni qué contesar. Un abrazo, Mami y madrastra

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  2. Buenas! Cuánta razón tienes... Y en ocasiones los padres no se dan cuenta de que se trata de un comportamiento perjudicial para los niños. Ellos tan sólo deberían preocuparse de jugar y divertirse con sus padres cuando están con ellos y que las cosas de los mayores, ya las arreglarán los mayores...!!! Hay un gran camino por recorrer en el ámbito de las separaciones y los hijos pero poquito a poco estoy segura de que todos iremos aprendiendo. Muchas gracias por tu comentario y me alegro de que el artículo te haya gustado :)

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